La pandemia del COVID-19 está causando un sufrimiento humano incalculable, pero para muchas mujeres, la casa donde se encuentran confinadas se convierte en una trampa donde su vida, integridad física o psicológica puede correr riesgo. El estado de confinamiento reúne varios factores que potencian el riesgo de sufrir violencia de género.
El confinamiento obliga a las familias a convivir durante una gran parte del tiempo, esto puede aumentar el riesgo de sufrir agresiones, ya que en estos momentos las víctimas se ven obligadas a convivir constantemente y compartir todos sus espacios con el agresor.
El estado de confinamiento reúne varios factores que potencian el riesgo de sufrir violencia de género:
- Más tiempo de convivencia con el agresor
- Mayor control sobre la víctima
- Más dificultad de contar con grupo de apoyo y ayuda externa
- Agresiones más invisibilizadas
- Más dificultad para acudir a los centros de asistencia
La vulnerabilidad de las mujeres en estos casos se agrava por la falta de acceso a las redes sociales y a las fuentes de apoyo social, así como a los servicios de salud, además se reducen las opciones de la víctima para abandonar o resistirse a las relaciones abusivas.
La Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de protección integral contra la violencia de género, define la violencia de género como” la violencia que, como la manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”.
La violencia de género tiene las siguientes características básicas:
- Fundada en una desigualdad entre hombre y mujer derivada de un código patriarcal
- La violencia de género es una forma de violencia de una elevada invisibilidad social
- Genera sentimiento de culpa en quien la sufre
- La violencia de género suele generar una relación en la que tanto agresor como víctima quedan atrapados: el poder, de un lado y el miedo y la sumisión de otro.
CÓMO SE DESARROLLA EL PROCESO DE LA VIOLENCIA
La violencia de género se construye en un proceso que suele iniciarse desde los comienzos de la relación, en el noviazgo, si bien no es fácilmente reconocible por empezar con conductas manipuladoras y no agresivas.
Al principio los comportamientos del maltratador no son de violencia, sino de ir sembrando la desigualdad e ir creando las condiciones para asentar su dominio sobre la víctima. Más adelante, cuando el dominio está bien cimentado se iniciarán las conductas de violencia psíquica y posteriormente, si él lo considerara necesario, las de violencia física. Poco a poco se van “sumando” otros comportamientos y actitudes (que en muchas ocasiones no son identificadas por la víctima como acciones de violencia psicológica, sino que las interpreta como manifestaciones propias del carácter de él) que la van dañando y le van generando una fuerte dependencia emocional.
El proceso mediante el que se construye la violencia de género en las parejas se caracteriza por cuatro etapas:
- Aislamiento: Van encaminados a limitar, entorpecer, o evitar las relaciones de la víctima con otras personas, deteriorando o destruyendo sus redes sociales.
- Comportamientos y actitudes de control: El control puede ejercerse de forma directa, mediante prohibiciones o de forma indirecta: si ella por ejemplo usa una ropa que él no aprueba no le dice que se la quite, pero se enoja o deja de hablarle, o haciéndole sentir que con esa vestimenta está fea.
- Desvalorización, desprecios, humillaciones y agresión verbal: Son comportamientos y actitudes destinadas a quitarle valor a la víctima, a sus capacidades, opiniones, actuaciones, etc. que se emplean de forma repetida y sistemática. La desvalorización se profundiza y adquiere un carácter hiriente y humillante para ella. Esto provoca que en la relación la víctima se vaya volviendo temerosa, ya que continuamente teme que él la “hiera” con sus comentarios. En una etapa más avanzada de la violencia esos desprecios y humillaciones él los realiza en público. Esto contribuye a profundizar el aislamiento al provocar la inhibición de ella en sus relaciones sociales para que no la humille delante de otras personas.
- Creación y consolidación de un sistema de dominio: aparecen las acusaciones y recriminaciones, amenazas e intimidaciones, comportamientos de maltrato ambiental, comportamientos y actitudes de abuso emocional e imposición sexual, la violencia física y psicológica.
La violencia de género se caracteriza por su habitualidad, es decir, que no es un episodio aislado, sino que los comportamientos de dominio, coacción o agresión se mantienen a lo largo del tiempo. Generalmente la violencia se realiza de forma intermitente, alternando momentos de tensión y violencia con otros de calma, tranquilidad e incluso afecto. Esta intermitencia se caracteriza por seguir un ciclo con tres etapas (Leonore Walker, 1984) :
Acumulación de tensión
Esta fase se caracteriza por cambios imprevistos y repentinos en el estado de ánimo de él, enfados ante cualquier problema en la convivencia, reacciones agresivas ante cualquier frustración o incomodidad (ella no llega a la hora acordada, no está cuando él la “necesita” para algo).
La víctima intenta controlar la situación con comportamientos que anteriormente le han servido: es condescendiente con él, intenta satisfacer o incluso anticiparse a sus deseos y caprichos, procura no hacer nada que le desagrade y hace todas las cosas que conoce para poder complacerlo. Tiende a encubrir los comportamientos y actitudes de él ante amistades y familia, excusando su comportamiento y aislándose de las personas que se preocupan por ella y que la podrían ayudar.
Explosión de la violencia
Se descarga la tensión acumulada en la fase anterior, mediante un incidente agudo. No se debe caer en el error de pensar solamente en la agresión física como forma de explosión o descarga, pudiéndose dar muchas formas activas o pasivas para esta fase (gritar, ignorarla, golpear muebles, amenazarla con abandonarla, romperle el móvil, zarandearla, humillarla delante de los amigos, no hablarle, etc.).
La víctima vive esta fase como que el enfado de él está fuera de control. Además, no suele ser capaz de predecir qué acontecimiento, suceso o comportamiento va a “provocar” el paso a esta fase del ciclo; esto hace que se sienta muy vulnerable y sin posibilidad de defenderse.
El agresor suele culpar a la víctima de la aparición de esta explosión, justificándose en la gran cantidad de “molestias” que ella le ocasionó durante la fase de acumulación de la tensión. También puede achacar su comportamiento a factores estresantes externos, tratando de justificarse ante ella. Cuando finaliza esta fase de descarga de la violencia, ella va a quedar en un estado de conmoción y bloqueo, no queriendo creer que le ha pasado, minimizando el ataque sufrido e incluso negando la situación que acaba de ocurrir.
Luna de miel
Es una fase de manipulación afectiva que se caracteriza por la disminución de la tensión. Puede adoptar distintas formas: el agresor puede pedir perdón y prometer no volver a ser violento, reconocer su culpa y plantear cambios (incluso reconocer que necesita tratamiento psicológico para cambiar o controlarse), resurgimiento de la relación. Plantean la necesidad que tiene de que ella lo ayude y cuánto la necesita; pueden (y suelen) realizar amenazas de suicidio si ella lo abandona.
El agresor ha ejercido el castigo en la fase de explosión (“necesario” para que ella se adapte a los comportamientos que él espera) pero no puede permitirse ejercer la violencia de forma continuada ya que ella tendería a conductas de evitación o de escape, dejando la relación; por ello tras el castigo adopta conductas que la manipulan afectivamente y así consigue que permanezca en la relación.
Las personas de su entorno quisieran ayudar a la víctima, pero se sienten “estafadas”, ya que generalmente, quiere retirar las denuncias contra él (si las hubo) y no continúa con las conductas de alejarse de él, dedicándose a cuidar la relación.
Poco a poco se repite la fase de acumulación de la tensión y, se inicia un nuevo ciclo.
El ciclo de violencia tiene consecuencias muy importantes para la mujer que lo padece:
- Desorientación y paralización
- Pérdida de habilidades sociales y de la personalidad
- Expectativas mágicas de cambio
- Vínculo traumático, con fuerte dependencia emocional hacia el maltratador
- Afectación en áreas como la social, comportamental, afectivo-relacional, salud física y mental, laboral e intelectual.
Una relación saludable es aquella basada en los principios de confianza y respeto mutuo. Si en tu relación aparece alguna de las actitudes descritas anteriormente, debes estar alerta y actuar.
SI ESTÁS SUFRIENDO VIOLENCIA DE GÉNERO ¿QUÉ PUEDES HACER?
El primer paso que puede dar la víctima es explicar la situación a otras personas y pedir ayuda. Es muy importante que la víctima busque el apoyo de familiares y amistades de confianza para que le apoyen y acompañen en estos momentos difíciles. Si la víctima ha perdido el contacto con ellos en los últimos tiempos es importante intentar retomarlo.
También es importante que la víctima busque ayuda profesional, que se informe de qué derechos y servicios le asisten y qué pasos y actuaciones puede llevar a cabo.
Hay toda una serie de recursos con el único objetivo de mejorar los mecanismos de protección, seguridad y asistencia a las mujeres víctimas y a sus hijos e hijas.
En La Rioja todos los recursos y servicios siguen funcionando en su horario habitual. El Teléfono de Información a la Mujer 900 71 10 10 sigue operativo durante las 24 horas del día. A través de esta vía, las mujeres pueden acceder a información relacionada con la violencia de género.
El Centro Asesor de la Mujer sigue prestando atención telefónica a través del número 941 29 45 50 en horario de 8 a 15 horas para ofrecer atención psicológica, orientación y apoyo psicológico.
La Oficina de Atención a las víctimas del delito es un servicio público y gratuito que tiene por objeto ofrecer una respuesta integral a las necesidades de las víctimas de cualquier delito. Entre los servicios que ofrece se encuentra el asesoramiento social, jurídico y criminológico, asesoramiento psicológico e inserción laboral. La Oficina de Atención a la Víctima del Delito en Calahorra continúa con la atención telefónica en el 941145346 de lunes a viernes de 8:00 a 15:00 horas y martes y jueves de 17:00 a 20 horas.
El teléfono gratuito de información y asesoramiento jurídico 016, es un servicio público puesto en marcha por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, en funcionamiento las 24 horas del día, y en el que la víctima será atendida por profesionales especializados en esta materia. Este servicio garantiza la confidencialidad de los datos de las personas usuarias y atiende en 51 idiomas.
Asimismo, en la página Web del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad se ha creado una Web de recursos de apoyo y prevención ante casos de violencia de género (WRAP) , que permite la localización de los recursos policiales, judiciales y de información, atención y asesoramiento, más próximos a su localidad.
Además, los centros de salud, el lugar más próximo y de mayor confianza y fácil acceso continúan con asistencia presencial en horario de mañana de 8:00 a 15:00 horas, a través de trabajadoras sociales de los centros de salud, a quienes se remiten las situaciones de violencia de género y además del resto del personal sanitario, tanto de medicina como de enfermería, los cuales tienen formación básica en violencia de género y atienden presencialmente si es necesario.
SI CREES QUE ALGUNA MUJER DE TU ENTORNO PUEDE ESTAR SUFRIENDO VIOLENCIA DE GÉNERO, ¿QUÉ PUEDES HACER?
En numerosas ocasiones son las propias víctimas las que se oponen a denunciar a su agresor por diversas razones, entre las que se pueden incluir el miedo, la culpabilidad, la vergüenza, la falta de redes de apoyo social o familiar o la dependencia económica del agresor. Esta resistencia puede provocar incomprensión en el entorno, por lo que la ayuda que personas cercanas (familiares, amistades, compañeros de trabajo) puedan brindar a la víctima es esencial.
Si crees que alguna persona de tu entorno es víctima de violencia de género, no presiones a la víctima, es importante hacerle saber que estás ahí para apoyarla, tratar de comprenderla y no juzgarla. Intentar hablar con ella de sus sentimientos, del maltrato, del control que ejerce su pareja y de la oportunidad que tienen ella y, en su caso, sus hijos e hijas de empezar a vivir sin miedo y en un ambiente libre de violencia.
En la situación de confinamiento actual, es probable que podamos escuchar posibles situaciones de violencia de género en nuestro entorno. Conscientes del enorme peligro que esta situación entraña para las mujeres víctimas de violencia machista y para sus hijos el gobierno ha reforzado su protección al tiempo que recuerda la necesidad de que la población extreme la atención, esté alerta y no les dé la espalda. La violencia de género es un delito público y las personas que pueden ser conocedoras de una situación de maltrato tienen que denunciarlo.
Si identifica una situación de violencia de género, llame al teléfono 112
En el caso de que sólo tenga sospechas, puede acudir al teléfono 016.
El teléfono 061 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 52 idiomas. También pueden hacer uso de este servicio a través del correo electrónico 016-online@mscb.es del ministerio de Sanidad.
El ministerio de Igualdad ha puesto en marcha una campaña de concienciación social para prevenir y afrontar los casos de violencia de género en estos días de confinamiento. Con el lema “Estamos contigo. Todo saldrá bien” anima a cualquiera que tenga conocimiento de una situación de peligro por malos tratos a que lo haga saber a través del 016 o los teléfonos de policía nacional 091 o guardia civil 062.
También está disponible la aplicación de móvil ALERTCOPS desde la que se envía una señal de alerta a las fuerzas de seguridad con la geolocalización en caso de agresión y urgencia. La delegación del gobierno contra la violencia de género recuerda que se puede salir de casa para pedir ayuda durante el estado de alarma.
Durante el plan de contingencia contra la violencia de género que se puso en marcha al mismo tiempo que la obligación de confinamiento en los domicilios, se comenzaron a utilizar los chats de WhatsApp para proporcionar apoyo psicológico inmediato a las mujeres que estuvieran sufriendo violencia física o psicológica. Estos chats pretenden ayudar a víctimas a las que la convivencia con su maltratador les impida realizar llamadas telefónicas de voz. Los números para estos chats de apoyo son: 682916136 y 682508507.
Si eres menor de edad y crees que alguien de tu entorno está sufriendo violencia de género, puedes llamar a ANAR al número de teléfono 900 20 20 10.
Hace varias semanas el Consejo de Ministros amplió las medidas de protección a las víctimas. Para garantizarles un alojamiento seguro si tienen que abandonar sus hogares, se pondrá a su disposición habitaciones de hotel o apartamentos turísticos si no hay sitio en los centros de acogida. Los juzgados de violencia contra las mujeres y todos los servicios destinados a las víctimas de violencia machista siguen en funcionamiento.
MEDIDAS DE SEGURIDAD PARA VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO EN SITUACIÓN DE PERMANENCIA DOMICILIARIA DERIVADA DEL CONFINAMIENTO POR COVID-19
¿Qué hacer para protegerme si convivo con mi maltratador durante la cuarentena?
Medidas de protección generales: ·
- Aprender de memoria los números de emergencia y ayuda
- Llevar ropa con bolsillos y el móvil encima. Si hay un viejo móvil sin tarjeta, intenta tenerlo siempre con batería.
- Revisar los objetos que puedan suponer una amenaza y retirarlos discretamente.
- Localizar la habitación que puede ser más segura porque tiene pestillos o puedes cruzar un mueble que impida o dificulte la entrada.
- Si es posible, acordar una señal de alarma con alguien de confianza. Tener, si es posible hacerlo con seguridad, algún dinero de emergencia en un lugar seguro. Saber siempre dónde están las llaves de la casa y el coche.
- Mantener una rutina de comunicaciones con el exterior, familia o amistades que las ponga en alerta si dejan de producirse.
- Localizar la documentación que puede ser imprescindible: libro de familia, partes médicos.
- Si las circunstancias lo permiten, tener en lugar seguro (dentro o fuera del hogar), alguna ropa y copia de esa documentación.
Si te agrede o temes una agresión física inminente:
- Siempre que sea posible, aléjate de la cocina.
- Sitúate lo más cerca posible de las vías de salida (puertas de las habitaciones o de la calle) o, en su defecto, de un lugar desde el que puedas pedir ayuda.
- Si hay menores en el hogar, aléjate en lo posible del lugar donde estén.
- Si pides ayuda al exterior es más efectivo gritar «¡Fuego!» que «¡Socorro!».
- En caso de agresión, intentar ofrecer el menor blanco posible: tápate la cara, el cuello y la cabeza con los brazos y protege tu vientre («hazte bola»).
- Llama al 092 o al 112. Di dónde estás cuanto antes para que puedan localizarte en caso de que se cortara la comunicación.
- Ante la menor duda sobre si tu integridad física está en peligro ¡Sal de casa! confía en tu instinto. Si no sabes qué hacer después, o no tienes un teléfono para llamar al 112, ve a la farmacia más cercana y pide una Mascarilla-19.
¿Qué hacer para abandonar el domicilio de forma segura si no puedo soportar la situación?
Medidas de protección generales: ·
- Nunca avises al maltratador de tu intención de abandonar el domicilio compartido. ·
- Si haces algún preparativo, procura que sea justificable con otro motivo: ropa para dar después de la cuarentena, estás ordenando papeles.
- Si hay momentos en los que esté alejado de la vivienda aprovecha para salir.
- Si vives en un lugar apartado y necesitas alejarte en coche, procura que esté aparcado de forma que salgas con la mayor rapidez posible.
- Si no estás segura de poder alejarte lo suficiente del agresor, solicita ayuda al 092 o al 618 273 585. Di donde estás cuando antes para que puedan localizarte en caso de que se cortara la comunicación. · Si tienes donde ir, ve a un lugar que él no conozca o sospeche.
- Si no tienes donde ir, informa de tu situación en el teléfono 900 101 555 para que puedan organizar para ti (y para tus hijas o hijos, en su caso) un alojamiento temporal seguro.
- No perderás ningún derecho si sales del domicilio compartido, ya que en estos casos no se considera “abandono del hogar”. Tampoco serás sancionada si sales fuera del domicilio ante una agresión, art. 7 del Real Decreto de estado de alarma se garantiza la libertad de movimiento para personas vulnerables.
¿Qué hacer si no convivo con el maltratador, pero sigue acosándome o hay menores cuya custodia compartimos?
Medidas de protección en caso de acoso:
- Si tienes una orden de alejamiento, informa a tu abogada / abogado o agente policial de seguimiento.
- Documenta de cualquier forma posible el acercamiento o incumplimiento de la orden (guarda los mensajes, haz una foto).
- Si eres usuaria de ATENPRO( Servicio Telefónico de Atención y Protección a las víctimas de la violencia de género) puedes seguir usando el servicio 24 horas todos los días.
- Descarga alguna aplicación de ayuda y localización inmediata como Alertcops en tu teléfono móvil.
- Si tienes que salir de casa para trabajar, cuidar a personas ancianas, hacer la compra, ir a la farmacia intenta salir a horas diferentes cada día.
- No uses siempre las mismas rutas para ir a esos lugares habituales.
Medidas de protección en casos de menores en común con el maltratador:
- Pide a tu representante legal que presente escrito solicitando la suspensión de visitas de manera expresa.
- Si la niña o el niño se quedaron en casa del padre y éste no tiene la guarda y custodia, solicita que sean devueltos a su lugar de residencia.
- Los «puntos de encuentro familiar» permanecerán cerrados durante la vigencia del estado de alarma.
SI PRESENCIAS UN ACTO DE VIOLENCIA DE GÉNERO…
Tradicionalmente la violencia de género se consideraba un asunto privado en el que ninguna persona externa debía intervenir. Sin embargo, hoy en día la violencia de género está considerada como un problema social y es un delito público. Por ello, la ciudadanía tiene la obligación de denunciar a las autoridades, para que se puedan activar los diferentes mecanismos de protección a la mujer y los hechos no queden impunes.
En caso de oír o presenciar un acto de violencia de género, ponte en contacto con el teléfono gratuito de asistencia inmediata 112, indicando con precisión el lugar de los hechos para que la policía acuda lo antes posible. Dicho teléfono está activo durante las 24 horas del día y movilizará todos los recursos para su atención de urgencia y, en su caso, la Red de Alojamiento de Mujeres. Los centros de emergencia y de acogida han sido declarados servicios esenciales y permanecen activos.
DERECHOS DE LAS MUJERES VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género , consagra y garantiza a las mujeres que son o han sido víctimas de violencia de género una serie de derechos, con la finalidad de que éstas puedan poner fin a la relación violenta y recuperar su proyecto de vida.
Estos derechos son universales, en el sentido de que todas las mujeres que sufran o hayan sufrido algún acto de violencia de género tienen garantizados los mismos, con independencia de su origen, religión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
En la“Guía de los derechos de las mujeres víctimas de violencia de género” aparecen detalladas las medidas que las que pueden acogerse dichas víctimas en relación con su protección y seguridad, los derechos y ayudas que les reconoce la ley y los recursos de atención, emergencia, apoyo y recuperación integral a los que pueden acceder.
En la web del Ministerio de Sanidad, igualdad y servicios sociales se puede encontrar la información sobre las medidas para mujeres que están sufriendo violencia de género en situación de permanencia domiciliaria del estado de alarma por covid-19.
VIOLENCIA DE GÉNERO Y EDUCACIÓN: qué hacer si conoces o sospechas que existe un caso de violencia de género hacia una alumna, madre, trabajadora del centro educativo o representante legal de un alumno o alumna.
La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, modificada por el artículo único de la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la Mejora de la Calidad Educativa, señala como uno de los principios del sistema educativo español “el desarrollo, en la escuela, de los valores que fomenten la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, así como la prevención de la Violencia de Género”.
La escuela cumple dos funciones esenciales en el trabajo de la Violencia de Género: LA DETECCIÓN y LA PREVENCIÓN.
Desde los centros educativos accedemos a los niños y jóvenes, pudiendo introducir valores igualitarios, eliminando prejuicios, estereotipos y comportamiento sexistas, se pueden proporcionar modelos positivos basados en la igualdad y el respeto a las diferencias individuales.
Además de esta función básica de prevención, propia de nuestra función como docentes, en La Rioja se ha establecido un protocolo de actuación en centros educativos para aquellos casos que se detecten en la comunidad educativa, ya sea una alumna, madre, trabajadora o representante legal de un alumno o alumna. Dicho protocolo se establece en la Resolución de la Dirección General de Educación por la que se dictan instrucciones para establecer el Protocolo de actuación ante casos de Violencia de Género en los centros docentes sostenidos con fondos públicos de la Comunidad Autónoma de La Rioja
RECURSOS
Página web de la Delegación de Gobierno contra la violencia de género
Observatorio de la violencia de género
VIDEOS
Vídeo de la Fundación Ana Bella. Mujeres supervivientes de la Fundación Ana Bella prestan su apoyo a víctimas de violencia de género
“Más que capaz”, es una serie de 11 videotutoriales, más un documental de 20 minutos, conducidos por la educadora social y monologuista Marina Marroquí, con los que se trata de prevenir la violencia de género e identificar las situaciones de riesgo que viven las mujeres. Participan cuatro mujeres con discapacidad víctimas de violencia de género, además del cantautor Rafael Sánchez, hijo de una víctima de la violencia machista.
“Volver a ser”. Película documental que muestra y analiza la situación actual en que mujeres de distinta edad y condición, viven con respecto a la violencia de género. Descubre cómo desde distintas situaciones y entornos es posible mirar al futuro con cierto optimismo, siempre a través de situaciones y actividades en las que los y las protagonistas han decidido hacer algo para cambiar el rumbo del problema y acabar con él.
LIBROS
“Las mujeres que aman demasiado”. Robin Norwood. Editorial Ediciones B. La reconocida terapeuta Robin Norwood presenta un programa claro y completo para reconocer, comprender y pasar de amar demasiado a alguien que provoca dolor, a amar lo suficiente como para detener ese dolor. A través del testimonio de muchas mujeres que han vivido esa situación en primera persona, Norwood nos explica, uno a uno, los pasos necesarios que hay que dar para librarse del amor tóxico y construir una relación sana, y al hacerlo aporta la esperanza necesaria para encontrar la felicidad.
“No me quieras tanto”. Patricia Díez Díez. Relatos cortos de autoayuda sobre violencia de género.
“Quien bien te quiere, no te hará llorar”. María Teresa Gómez- Limón. Editorial la esfera de los libros. La autora de esta obra, perito forense en el Juzgado nº 5 de Violencia contra la Mujer, explica las causas y consecuencias de la agresión conyugal, el perfil de los maltratadores, las terapias posibles, los tipos de prevención… y sobre todo convierte estas estremecedoras páginas en una guía de recuperación para todas las mujeres que han podido huir de dicha situación.
“Rompe el silencio. Cuando seas testigo de la violencia contra las mujeres no te quedes de brazos cruzados. Actúa”.
(Ban Ki Moon)